Personas con dolor articular originado por desgaste, envejecimiento o traumatismo.
Mujeres desde la premenopausia.
Deportistas, personas con sobrepeso o profesiones de riesgo articular.
Quienes deseen mantener una buena presencia física (cuerpo flexible y piel tersa).
Y tambien personas que van a someterse a un traumatismo quirúrgico, para aumentar la capacidad regenerativas del organismo y disminuir el tiempo de recuperación.
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